Es una muy buena pregunta y como tal hay que tratarla con
respeto, sin tintes políticos ni mucho menos electorales, y eso hace que
responderla sea complicado. Y es que ningún gobierno por muy malo que sea, en
la realidad o en la percepción, puede NO dejar algo bueno, siempre habrá facciones,
grupo de gente que se polariza y dice que no hay nada de bueno y otros dirán
que no hay nada de malo, los dos mienten.
Los Tres Golem
Lo primero que debemos de poner en la canasta de “lo
bueno” son lo que yo llamo: “la caída de los tres Golem”, aquellos discursos
que armaron argumentos que se construyeron sobre las premisas falsas, a priori,
que tenían solo el objetivo de dañar a la reputación vía ad hominem, y que a dos años de gobierno no se han cumplido, es
decir, que contrario al efecto pigmalión, donde el joven será exitoso
porque venimos repitiéndole toda su vida que el éxito está dentro de él y que
solo es cuestión de trabajo duro y esfuerzo para alcanzarlo, el efecto golem
se encarga de poner unas expectativas muy bajas sobre alguien (o sobre uno
mismo), y esto tiene como finalidad conducir a un peor desempeño de la persona,
o gobierno en cuestión.
El argumento golem principal surgió en 2018
cuando decían que lopez obrador transformaría
a México en una sucursal de Venezuela u otra Cuba. ¡No pasó!, y no solo eso,
sino que estamos lejos de que eso pase.
El segundo golem: el lema de “primero los
pobres” aunque suena a caduco y da un tinte amenazante, tampoco perjudico a la
iniciativa privada, y ninguna de las decisiones de esta última es amenazada por
ninguna decisión del ejecutivo.
El tercer golem, hoy día no tenemos ningún indicio
de la nacionalización de ningún sector, ninguna empresa, ningún changarro, es
decir, resulto en otra predicción maliciosamente contada
¿Y eso es todo?
¡No!, buscando siempre abonar a la canasta de “lo bueno”
podemos decir que México…callo y callo sin una sola línea que lo sostuviera a índices
muy profundos del PIB. Pero aun con eso NO ES la crisis más cara, la más
desgastante o la más trágica. No puede ostentar ese título, que está reservado
para la “crisis del 94” también conocida como “el error de diciembre”, término
acuñado por el mismísimo innombrable carlos salinas, y en
el mundo como “El efecto tequila”
Crisis que no pudo bien librar Cedillo en su momento, y
que término hundiendo a México en una devaluación, que al día de hoy sigue
pasando factura. Y que en esa ocasión como en otras tantas fue la administración
saliente la Gran culpable que heredo la mala jugada a
su predecesora, y que hizo frente de la mejor tecnocratamente manera posible.
Para hacer frente a la emergencia se recurrió a un
paquete de rescate que consistió en la inyección al Fondo Monetario
Internacional de varios millones de dólares por parte de Estados Unidos y otros
organismos internacionales para intentar estabilizar el precio del dólar, que
se volatilizo a un 300% desencadenando altas tasas de inflación, así tratar de
contener la crisis. La peor jugada fue Zedillo decidió establecer el sistema de
libre flotación del peso, el cual llegaría a 7.20 pesos por dólar en tan sólo
una semana cuando había prometido a los empresarios sostener el tipo de cambia
a 4.00 pesos cuando venía de estar en 3.40 pesos por dólar, gracias a la burbuja de confianza que el mismo carlos se habia encargado de construir junto a su programa de gobierno solidadridad ("solo dar y dar"y ahora se quejan de lopez)
Y ¿porque hacer mención de la crisis actual? Y sobre todo
¿Por qué ponerlo en la canasta de lo bueno? Ah! Porque aunque cayó 18.7% (mayor
que el 32, 94-95 y 09) no estamos endeudados, no accedimos en automático a el
FMI para salid adelante, sé que habrá muchos que no lo entienden, pero, no
deber es muy bueno, sobre todo cuando el que te presta te obliga a tomar
medidas económicas que no te convienen a ti y si a ellos, porque ellos tienen
el sartén por la mano y quieren hacértelo saber, inmiscuyéndose en tu política interna,
y no solo la económica.
El gobierno tuvo tres amortiguadores que, yo digo que de
chiripa, lograron atenuar la caída y son: el impulso de la economía (nacido de
la no intervención), donde entraron los programas sociales donde y cito: “que terminaron siendo una especie de colchón muy importante, socialmente útiles”
Fin de la cita, y tiene razón, y acelerar los proyectos de infraestructura
pública con prioridad en contratación de personas y adquisición
insumos (pese a los intentos de mucho “cangrejos” de cuello
blanco que decían “si me va mal a mí, que le vaya mal a México”
Entonces, ¿estamos bien?
La respuesta
es muy corta, sí. La explicación es la que es larga, ¿Que no parece mucho?,
nunca nos parecerá suficiente cuando lo que hacemos es compararnos con el
vecino, con el de enfrente. Y luego el de enfrente, no más es la nación más
poderosa del mundo*, con un consumo del 80% de los recursos globales y solo el
3% de población, con un PIB per capital anual de 13,700 euros contra los 1773
en México, sí. Y con un gasto educativo en México de 47.819,6 contra los 654.617,6,
sí, si falta mucho para alcanzar esos números, por eso es mejor hacerla
comparativa contra uno mismo, contra nosotros mismos, y ahí, aunque la percepción
sea otra…. vamos ganando, y si no ganando, vamos saliendo.
La lección
¿Qué lección
debemos construir a partir de estos datos?
Aprendamos a
escuchar, sin nacionalismos cegadores, sin la intención de defender a uno o a otro
bando politico, que ellos se defienden solos y son mejor que uno para eso. Dejémonos
de escuchar los reportes de manera individual y hagamos una reconstrucción de
los hechos actuales a partir de los históricos para que la comparación sea
mejor construida.
Primero hagamos
un análisis de a quien escuchamos, cuáles son nuestras fuentes y que buscan
ellos a través de la nota y si estamos dispuestos a que ellos sean los que dirijan
nuestra opinión a través de lo que dicen y luego de lo que les creo.
Muchos nos
mintieron, y solo descalificaron esta administración aun antes de llegar, y al
final llegó. ¿Por qué? Por sus intereses, por su proyección, sus negocios o por
su plato de sopa del día, ¿Por qué? Porque en todos lados hay gente así,
minando la vida de los demás con o sin razón, ¿Por qué? Porque hay gente que no
cree en México sino solo en función del beneficio económico que puede sacarle a
México
Conclusión
Entonces la
pregunta final sería: ¿Va bien México? ¡Sí! como siempre, gracias a muchos y
pese a muchos; nosotros debemos fomentar las buenas noticias, pocas pero buenas, nuestro compromiso debe ser por nuestras familias y por México, y recordemos que si a México le va bien, solo así a nosotros nos ira bien.
Un gran
Saludos y Gracias por leer
Arturo Cantu
Jiménez, pedagogo.
*pero este
dato cambiara en 2028
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